¿Quieres saber cómo? ¡Te lo contamos más abajo!
Que en tu baño necesitas un espejo parece bastante obvio, ¿verdad?
Si es una estancia pequeña o sin ventanas al exterior, coloca un espejo grande para aprovechar al máximo la luz y darle profundidad.
Otra de las cosas más importantes es asegurarte de que la iluminación vaya acorde con tus espejos: ya que habrá que tener en cuenta qué tareas cotidianas se hacen en tu baño, como maquillarse o afeitarse, y dispongamos de luz adecuada para ello.
Sabemos que ver tu reflejo antes de salir de casa es muy útil para echar un último vistazo a tu “modelito”. Y si tu recibidor es un poco pequeño u oscuro, coloca tu espejo en una de las paredes laterales, y multiplica metros en pocos pasos.
Si hablamos desde la perspectiva Feng Shui, la filosofía para decorar de forma consciente y armónica el espacio con el fin de lograr una influencia positiva sobre las personas; los expertos señalan no colocar nunca “un espejo a la altura de los ojos de los comensales”.
Esto es así para no perder la concentración en las conversaciones si las personas se miran al espejo a la vez que socializan. De todas maneras, sí se recomienda colocar pequeños espejos en lugares estratégicos, porque la energía yang, la energía más activa al ser una estancia donde se comparte y socializa, es el lugar ideal para ‘duplicar’ momentos a partir de un espejo.
Un espejo colocado en una de las paredes laterales de un pasillo te permitirá ganar amplitud y luminosidad en todas las estancias, ya que este reflejo llegará a todas las estancias conectadas.
Pero no solo eso, desde la parte del Feng Shui, los pasillos se consideran zonas de “fugas energéticas”, y una de las soluciones para suavizar este efecto es colocar un espejo.
Por último, el dormitorio es una estancia con mucho potencial para colocar espejos, pero que puede ser incluso difícil decidir dónde.
Desde Siramba Home te aconsejamos colocarlos en lugares donde no se vea exactamente la cama ni quién hay descansando en ella, y colocarlo en otras zonas más escondidas como en el interior de una puerta de armario, o detrás de una puerta principal, entre otros lugares.
Así evitarás darte un susto de buen mañana, ¡por creer que hay alguien más en la habitación!