¿Te quedas?
Como ya te he contado, soy Patricia, nací en San Sebastián el año 87. Soy, como dice la gente que me conoce, una “cabecita loca”, pero también me considero luchadora, trabajadora, alegre, empática, sensible, cariñosa y un poco cabezona.
A la par que mi pasión por la decoración está también mi pasión por viajar. Siempre que tengo la oportunidad, cojo mi mochila y me voy;
¡no importa el lugar, me apunto donde sea!
También me encantan los animales, la fotografía, el café, los abrazos, los reencuentros, los atardeceres, las plantas, el chocolate, la naturaleza, la tortilla de patatas… y podría seguir, pero no quiero aburrirte.
Después de años trabajando en comercio cara al público, con un contrato indefinido, con un trabajo cómodo, con un sueldo fijo a fin de mes con el que vivía tranquila y podía hacer mis viajes cada año, con un ambiente bueno, yo no era feliz. Necesitaba dar más de mí, sacar mi creatividad y mis ganas de demostrarme que podía.
Tras darle muchas vueltas y con mucho vértigo, decidí arriesgar. Mi pasión por la decoración, las fibras naturales, lo artesanal y la naturaleza me dio la señal de que tenía que ser una tienda de decoración donde las fibras y materiales naturales fueran las protagonistas. No te voy a mentir, emprender no es fácil, pero ahora sí puedo decir que soy feliz.
Vale, pero, ¿de dónde viene Siramba?
El nombre de Siramba viene de un viaje que hice en octubre del 2019 a México, donde recorrimos parte de ese maravilloso país, haciéndolo coincidir con el día de muertos, una experiencia inolvidable, te lo recomiendo.
Una de nuestras paradas fue, la isla de Janitzio uno de los lugares donde se inspiraron para hacer la famosa película de Disney, Coco (que es también el nombre de mi perro, todo tiene sentido). Después de llegar hasta allí en el barquito y recorrer sus coloridas calles, el guía local nos “bautizó” con un nombre a cada una; el mío, SIRAMBA, que significa Raíz del amanecer, en el idioma purépecha.
Inspirada por la aventura y el contacto con la colorida cultura del país, supe de inmediato que esa experiencia formaría parte del concepto de mi futuro proyecto, que por aquel entonces no tenía forma.
Cuando me decidí a ir a por mi sueño, venía una de las partes difíciles, ¡ponerle nombre! Quería que fuera “muy yo”, que fuera diferente, con significado, y pensando opciones, me vino esa aventura a la cabeza, ese momento y cuando Siramba volvió a resonar en mi cabeza, super que sería ese