Las alfombras, sean de fibra sintética o natural, necesitan un cuidado especial. Una limpieza óptima será clave para que este objeto decorativo te dure muchísimo tiempo en las mejores condiciones, y siendo la decoración estrella de cualquier estancia del hogar.
Esperamos que estás recomendaciones básicas sobre el cuidado de alfombras te sirvan.
¿Por qué escoger una alfombra cómo decoración para tu hogar?
Cuando queremos decidirnos por una alfombra para nuestro hogar, es básico saber qué uso le vamos a dar. Por ejemplo, si tienes niños o alguna mascota en casa deberás escoger una alfombra mucho más resistente, colores más oscuros y que aguanten más de una limpieza.
Una alfombra para cada momento del año
Si buscamos que la habitación parezca algo más amplia y luminosa, se recomiendan los tonos claros, como beige, marfil, arena o piedra. Mientras que los tonos más oscuros pueden empequeñecer dichas estancias.
En cuanto a la temperatura, las alfombras pueden actuar como aislante del frío, y ahorrar hasta un 6% de consumo en gas natural.
Por eso, es conveniente saber que para el verano son más buscadas las alfombras de fibra, vinílicas o de rafia, y de materiales textiles poco densos como el algodón.
Para el invierno, las tejidos más gruesos y abundantes, como la lana o fibra sintéticas como el poliéster
Puntos importantes a la hora de elegir tu alfombra
Si estás en la fase de elección de alfombra, hay ciertos detalles que debes saber. En concreto, ¡cuatro! Según los expertos, la mejor forma de escoger una alfombra es pensar: la ubicación, el espacio disponible, el uso y el estilo decorativo.
Trucos básicos para el cuidado de tu alfombra
Te mostramos algunos trucos para ayudar a mantener como nuevas tus alfombras:
- Es recomendable limpiar las alfombras las primeras semanas con una escoba de pelo blando. Evita utilizar la aspiradora por lo menos el primer mes.
- Es recomendable barrer la alfombra en la dirección del pelo. Aunque veas pérdida de pelusa por parte del producto, es completamente normal.
- No es conveniente golpear la alfombra para sacudirle el polvo. Se puede dañar el tejido. Así que, si lo haces, que sea por la parte de la base, que es la que apoya el suelo.
¿Cómo limpiar tu alfombra correctamente?
La limpieza es una parte fundamental para que nuestras alfombras duren lo máximo posible. Y variará según el tipo de tejido y de su tamaño.
Normalmente, el lavado en seco es lo más conveniente, así que lo más cómodo es llevarla a la tintorería una vez al año.
Si la alfombra es pequeña y prefieres hacerlo tú, puedes lavarla a mano y con detergentes suaves. Eso sí, el secado es recomendable hacerlo al aire libre.
De todas formas, es fundamental pasar con frecuencia el aspirador con cepillo giratorio para que no se acumule el polvo y sea más fácil de lavar.
Y para desinfectarla, se puede recurrir a los pulverizadores con base alcohólica y que se puedan aplicar a cualquier tapicería.
¿Cómo eliminamos las manchas en la alfombra?
Aunque es mucho más fácil recurrir a la tintorería, según el tipo de mancha puedes probar estas recomendaciones:
- Leer las instrucciones del fabricante antes de utilizar cualquier producto que no sea óptimo para la alfombra.
- Si se han derramado líquidos, intenta secarlo con una toalla de papel o con un paño absorbente lo antes posible. Y si es algo sólido, recógelo antes de empezar a limpiar.
- Pasa un trapo de algodón con algún producto de limpieza específico para limpiar alfombras, o con agua jabonosa si no es una mancha complicada. Después enjuaga la zona con agua limpia.
- Seca tu alfombra con una toalla limpia o un secador de pelo.
Cuidado de alfombras de fibra natural
Alfombra de yute
Apta para salones, dormitorios y a veces uso exterior si son lugares cubiertos. Aunque tiene una alta resistencia al desgaste, se deben aspirar los dos lados de la alfombra: la superficie y la base que apoya en el suelo. Y será suficiente limpiarlas de vez en cuando con un trapo húmedo.
Alfombra de seagrass
El pasto marino es una fibra con un recubrimiento de cera natural. Combina con la mayoría de los diseños de habitaciones, y su revestimiento natural lo hacen altamente resistente a las manchas.
Aspírela con regularidad, y repite esto cada dos semanas para mantenerla limpia y con buen aspecto. Si se hacen manchas o hay un derrame de líquido, se limpia rápidamente sin frotar para no agrandarla.
Alfombra de algodón
Este tipo de alfombras son recomendables para zonas que no sean de paso, como un dormitorio o cuarto de baño. Resisten las altas temperaturas, y tienen un alto poder de absorción de la humedad, así que son perfectas como aislante y para secarse los pies justo después de la ducha.
Se pueden lavar en lavadora siempre que se use un programa de agua fría, o a mano sin centrifugado. Y si son más grandes, se pueden cepillar con agua y desengrasante y dejarlas secar al sol.
Las claves para guardar tus alfombras
Las alfombras, aunque están fabricadas con materiales muy resistentes, el paso del tiempo hace que vayan almacenando polvo y otros ácaros.
Por eso, si decides guardarlas durante un período largo de tiempo, es recomendable lavarlas antes de guardarlas.
Y, además, asegúrate de que la alfombra esté totalmente seca, ya que la humedad podría estropearla con moho. Así que lo mejor es guardarla en un lugar fresco, con una temperatura media que no varíe.
Como último consejo: puedes envolverla con un tejido, como una sábana, y guardarla enrollada en posición horizontal.
