Es una tendencia de decoración que lleva años en auge: la luminosidad, colores claros y elementos relacionados con la naturaleza tienen todo el protagonismo.
Este concepto surge de los países nórdicos como Noruega o Finlandia, donde la mayor parte del año hay poca luz natural. Se convirtió en la manera de sustituir esa falta de luz, de ahí que los colores predominantes sean claros.
Uno de los estilos decorativos que ha perdurado en la historia es el estilo clásico en la decoración de interiores. Sinónimo de belleza y sofisticación, se presenta como un signo de buen gusto por muchos expertos en decoración de interiores.
Seguimos con un estilo que lleva siendo tendencia, y donde los protagonistas son los materiales nobles y naturales. Hablamos de la decoración al estilo rústico.
Tradicionalmente, el origen de este movimiento proviene de la decoración de las típicas casas rurales de campo.
Otro de los estilos decorativos más especiales en el ámbito del interiorismo es el estilo colonial. Una evocación al pasado para ambientes más bien calurosos.
Realmente es un estilo rústico con elementos de las grandes potencias del siglo XIX como Francia, Inglaterra y España.
El oriente siempre ha sido fuente de fascinación en muchos aspectos. Ambientar una casa con el estilo oriental y su vertiente más representativa: el estilo zen, es sinónimo de tranquilidad y transforma nuestra vivienda en un lugar con serenidad, de espacios armoniosos, con zonas comunes abiertas y espaciosas.
El estilo vintage nació realmente en Francia y se basa en la elegancia como punto de partida, utilizando objetos con encanto pero algo antiguos.
Y por último, no podíamos dejarnos uno de los estilos decorativos más peculiares. Aunque la moda marca tendencias, está claro que los elementos tradicionales pueden ser una buena opción y la decoración étnica se ha integrado con otros estilos para crear estilos diferentes.
El estilo étnico se basa en introducir objetos tradicionales de otras culturas como elementos de la decoración en casa.